lunes, 12 de octubre de 2015

La no boda

Hace años decidí dejarme el pelo largo. Y no fue por moda, fue más bien pensando que quería lucir un bonito semirecogido el día que me casara, y que cuando me quedara embarazada me lo cortaría un poco. Yo que era de llevar el pelo a la altura de la oreja, me costó dios y ayuda dejármelo crecer. Y aquí estoy, 50 cm más de pelo y sin boda a la vista. Que no es que la boda sea algo vital en mi vida, pero me hacía mucha ilusión casarme, y me temo que va a quedar en eso, una ilusión. Mi pareja no está por la labor, él ya ha pasado por una boda y no tiene ganas de repetir. Y yo no puedo obligarle. A veces bromea sobre el tema, pero ha dejado sus ideas bastante claras.

Creo que ha llegado el momento de desengañarme, es el hombre de mi vida, eso lo tengo claro. Pero no voy a obligarle a hacer algo que no quiere y sin lo que puedo vivir. Probablemente me vuelva a cortar el pelo, total ya no creo que lo necesite.

martes, 1 de septiembre de 2015

Ligeramente obsesionada

Tengo miedo. Desde hace unos días estoy tomando conciencia de que ya son 6 meses buscando sin éxito y empiezo a tener miedo de que haya algún problema y todo se tuerza. He intentado por todos los medios que no se me note, pero ya hay momentos en los que no puedo evitarlo. Y no tengo a nadie con quien hablarlo, nadie que me pueda al menos escuchar. En estos momentos es cuando una amiga viene bien. Una pena que las mías salieran rana. Si alguien pudiera meterse ahora mismo en mi cabeza iba a alucinar. A 1000 por hora todo el día, da igual si estoy en la cama tirada o trabajando. Tengo el run run en la cabeza que no para, y no quería que pasara, pero empiezo a obsesionarme y estoy de los nervios. Cuando me quito las cutículas de forma compulsiva a mordiscos durante horas, es que tengo los nervios como para tomarme un Redbull y arrancar a correr.

No hago más que preguntarme para cuando. Pienso en las posibilidades y tiemblo. ¿Cómo se le dice a un hombre que no quería más hijos que hay que buscar ayuda para tener uno más? Las implicaciones que tiene todo esto hay momentos que me superan. 10 años, 10 puñeteros años engañada para ahora estar pasando por esto. 10 años sufriendo con el miedo a quedarme embarazada a la mínima de cambio porque "en la familia somos así" y ahora mira. Y lo peor es que no puedo comentarlo con la familia. Es lo que tienen los temas tabú, que se esquivan o censuran. Siendo sincera, tampoco me apetece mucho escucharlas decir lo mala madre que sería yo, total no valgo para esto. Tacto y comprensión brillan por su ausencia.  Ya sé que muchas están en una situación mucho peor que la mía, pero teniendo en cuenta que todavía estoy a tiempo de empeorar, tiemblo cada vez que pienso en que todavía no lo he conseguido y quizá necesite ayuda.

martes, 4 de agosto de 2015

Si me lo hubieran dicho...

La última vez que escribí aquí (hace demasiado tiempo) conté que mi pareja no quería tener más hijos. Cual fue mi sorpresa que al mes siguiente se lanzó a la piscina y decidimos intentarlo. Si lo llego a saber, me desahogo aquí antes. Seis meses llevamos de búsqueda, pero sin resultados. Sigo siendo un puñetero reloj cada mes. No sigo más que acierto con 12 horas de diferencia como mucho... Y mes tras mes nada. He intentado tomármelo como lo que es, un espacio muy corto de tiempo y que podría alargarse meses o años, pero me nubla la cabeza en ocasiones. Y más ahora, que hace unos días nació el peque de una familiar. Tan lindo, tan pequeñito y suave... y tan lejos para mí. Yo no hacía más que mirarlo y pensar si algún día yo tendría uno entre mis brazos que fuera mío.

Intento centrarme en mi trabajo (me he vuelto más productiva desde que empezamos la búsqueda) para no pensar demasiado en el tema, pero hay noches en las que me pongo a pensar en lo que me espera. Hace poco me dijo una amiga que por qué no buscaba ayuda de profesionales. Me aterra. El que me dijeran que no puedo tener hijos me aterra por completo, y me acabaría de hundir sabiendo que perdí la oportunidad hace 11 años. Mi vida ha dado un vuelco de 180 grados desde que empezamos a buscar. De cara al público no hay cambios, pero mi cabeza va a mil por hora 24 horas al día, ya sea por un tema u otro. Y no quiero obsesionarme, ya conozco el típico "cuando se relajaron, lo consiguieron". Incluso me he buscado un hobbie que me tiene ocupada y me distrae bastante. Pero ese run run me persigue cada vez que paro más de 10 minutos.

Ojalá tuviera con quien hablar de esto que hubiera pasado por algo parecido, o al menos que me entienda. En mi vida no tengo a nadie con la suficiente confianza como para hablar del tema largo y tendido. Será que me he levantado hoy con el pie izquierdo y todo se me hace un mundo.

lunes, 23 de febrero de 2015

Lo que nadie se atreve a contar en público

Tengo una nueva pareja. Llevamos algunos meses conociéndonos y nos va genial en casi todo. Sólo hay un tema en el que estamos totalmente en desacuerdo: tener un peque. Sé que no es un tema que se suela abordar al poco tiempo de empezar una relación, pero yo ya no estoy para perder el tiempo y dejé las cosas claras desde el principio. Voy a ser madre sea como sea. El problema es que él no quiere volver a ser padre. Tiene un niño ya con unos añitos del que tiene la custodia y dice que es suficiente. Y lo entiendo, al fin y al cabo ya sabe lo que es ser padre, ha pasado por toda la experiencia y sigue criando a un niño precioso al que le tengo mucho cariño y que intento que no le falte una figura femenina por tener a su madre lejos. Pero ni se me pasa por la cabeza sustituir a su madre. El niño jamás me va a llamar mamá por mucho que me quiera. Y a veces incluso me siento como una intrusa en mitad de una familia. A pesar de que llevaran separados años, a veces pienso que me he metido en medio de algo que me viene muy grande. No he tenido ese período de "adaptación" que tienen todas las madres cuando nacen sus hijos. A mí de repente me plantaron un niño delante y voy aprendiendo a marchas forzadas. Hago todo lo que puedo, pero a veces siento que no es suficiente. Y me siento responsable de él, casi como una madre. Pero no es lo mismo.

Deseo con cada poro de mi piel tener una personita en brazos que algún día me llame mamá, que me tenga las noches sin dormir, que me deje el cuerpo dolorido durante meses, que me ponga la casa patas arriba y que llore por la calle cuando no le quiera dar algo. Pero ahora mismo, en este instante, lo que más desearía en este mundo es tener la opción de elegir. De no tener que renunciar al hombre de mi vida o a ser madre de dos o más nenes. De qué llegado el día, pudiera elegir si quiero darle otro hermanito o no. Siempre he tenido en la cabeza la idea de tener al menos un par de peques, pero mi pareja se niega. Ya negociamos en su día, y el aceptó ser padre de uno más. A cambio yo he renunciado a serlo de más de uno (llevo rezando meses para que mi embarazo sea de gemelos el día que toque). Y duele.

Ya no es un tema con el que bromear, me duele y mucho cuando me anuncian un embarazo o simplemente veo a alguien en la tele que sufre por lo mismo que yo aunque sus motivos sean distintos. Me he echado a llorar en más de una ocasión por comentarios de alguna gente, aunque ha sido siempre en privado. Y parece mentira, pero en uno de los mejores momentos de mi vida (con trabajo estable, mi pequeña familia, mi casa...) y es de las veces que más estoy sufriendo. No recuerdo haber oído a nadie decir que su pareja se niega a ser padre. Una cosa es que no crea que es el momento, y otra muy diferente negarse en redondo. Esa presión en el pecho cada vez que te dicen "¿y tú para cuando?" sabiendo que la persona que tienes a tu lado está pensando "si por mí fuera, nunca". Es frustrante y doloroso no saber hasta cuando voy a continuar así. ¿6 meses? ¿2 años? Quien sabe. Lo único cierto es que seguiré deseando un embarazo y llorando cada mes que vea otra oportunidad que pasa.

No estoy muy segura de haberme explicado bien, pero mi cabeza va más rápida que mis dedos y al final me está quedando un poco rebuscado. Pero es así, todos te hablan de las maravillas (o maldades, según el día) de la maternidad. Pero nadie te dice lo que se sufre cuando no hay nada que te impida ser madre excepto un "no". Nunca había siquiera imaginado que me dolería tanto el alma por intentar ser madre. Y lo peor es que no veo el día en que vea mi ansiado positivo.

jueves, 28 de agosto de 2014

Nueva etapa en mi vida

Hace tiempo que no paso por aquí, pero es porque mi vida se había vuelto demasiado complicada y me costaba poner en orden todo lo que había. Para empezar, con Machote las cosas no iban bien. Es más, lo dejé hace poco y andaba perdida. Claro, una ya pensando en la estabilidad y de repente todos los planes de familia y de más se fueron al carajo. La verdad es que mi vida ahora es mucho más plena de la que tenía hace unos meses.  Vuelvo a salir a la calle, a quedar con gente, a divertirme... Cosas que desde hacía varios años no podía hacer. Pero una de las cosas que me traía de cabeza era ser madre si lo dejaba con Machote. Pero ya lo he superado, y tengo las cosas muy claras. Si no aparece el hombre de mi vida de aquí a un par de años, tomaré cartas en el asunto, porque no pienso quedarme con las ganas de ser madre toda la vida. Apoyo tengo, y digamos que "voluntarios" no me faltan. Seré madre soltera. Sé qué es duro, y mucho. Pero más duro tiene que ser ver como la oportunidad se escapa de entre los dedos y perderla. Ya no soy una cría, y no pienso esperar eternamente. Así que os doy la bienvenida a esta nueva etapa de mi vida, y que pienso aprovechar al máximo. De momento la prioridad es disfrutar, el resto ya irá llegando con el tiempo.

domingo, 6 de abril de 2014

Quizá estaría menos rota

Hoy es un día triste para mí, sobre todo en estos momentos en que tanto ansío una maternidad que veo tan lejana en estos momentos. Hoy hace diez años decidiste que yo fuera tu mami. Yo no lo sabía, pero tú ya estabas conmigo creciendo en silencio. Tu vida fue muy breve, unas pocas semanas. Y aunque sólo fui consciente de que estabas unos días, me has marcado de por vida. No ha habido un sólo día en que no te tenga presente en mi cabeza por un motivo u otro. Yo era una niña con mucho miedo y sin apoyo, quizá por eso me dejé llevar hacia una decisión que puede que considerara la correcta en aquel momento, pero desde hace tiempo me atormenta. Te he echado de menos tantas veces que ya soy incapaz de contarlas desde hace mucho.
Mi corazón me dice que habrías sido un niño revoltoso y con carácter. Pero la vida nos obligó a separarnos y me duele, tanto que a veces no lo aguanto. 10 años hace que tu marcha me pesa en el alma, aunque en parte fuera decisión mía. Nadie me dijo que lo que estaba a punto de hacer me llenaría de tristeza tantas noches y que se grabaría a fuego en lo más hondo de mi ser.

Quizá si me hubiera sentido arropada y querida en esos momentos seguirías conmigo.
Quizá si hubiera tenido más información seguirías conmigo.
Quizá si no hubiera sido tan egoísta seguirías conmigo.
Quizá si el desprecio que recibí de tanta gente no hubiera estado seguirías conmigo.
Quizá si hubiera tenido más tiempo para reflexionar seguirías conmigo.
Quizá si hubiera sabido todo lo que me ibas a doler en el alma hoy seguirías conmigo.
Quizá si me hubieran dado una alternativa seguirías conmigo.

Sólo espero que me hayas perdonado por lo cobarde que fui en aquel momento. No fue una decisión fácil, en realidad ni siquiera fue todo lo meditada me debería haber sido. Pero había gente que no te quería y me condicionó para que renunciara a ti. Desearía con toda mi alma que hubieras esperado para estar conmigo. Hubieras sido todo mi mundo, y ahora tengo un hueco que jamás podré llenar. No puedo reemplazarte, tú siempre vivirás en mi alma. Serás parte de mí, y sólo de mí. Porque nadie más te llora, nadie te echa de menos, a nadie le duele que no estés. Pero a mí sí, todo lo que ellos no te extrañan, te extraño yo. No te he olvidado, ni jamás te olvidaré.

Sé que todo ocurre por algo, llámalo destino. Pero a veces es un caprichoso que hace lo que le viene en gana llegando a ser muy cruel. Sólo espero que mis lágrimas derramadas algún día hallen consuelo con una carita que me sonría por las mañanas.


Tú mami que siempre te lleva en el corazón vaya donde vaya.

martes, 1 de abril de 2014

Quiero recuperar nuestra vida

Creo recordar que yo solía tener una vida. Hacía cosas que me gustaban, tenía privacidad, una rutina propia... Si no me equivoco lo que tenía se llamaba libre albedrío. Pero ya no. Vivo la vida que me imponen. Horarios, actividades y una lista interminable de cosas que hacer todo adornado con un régimen de semi cautiverio que no me permite hacer absolutamente nada sin tener que pedir permiso a un par de personas mínimo. No tengo libertad. Y no me refiero libertad para llegar a las tantas de la madrugada. Me refiero libertad para ver una película que me gusta en la tele pasadas las 12 de la noche, para poder actualizar esto sin tener que esconderme, para dormir un rato más por la mañana si no tengo nada que hacer, para cocinar a mi gusto o simplemente ir a la tienda de la esquina a por cualquier cosa sin guardaespaldas... cosas muy sencillas que he perdido desde que Machote y yo nos vimos obligados a ir a casa de mis padres. Y no tengo derecho a queja, nos dan un techo y comida sin pedir mucho a cambio. Pero echo mucho de menos la vida que llevábamos antes. 
Si alguien pudiera meterse en mi cabeza, alucinaría con los monólogos interiores que tengo conmigo misma a diario.Sobre todo si ese día me he cruzado con alguna conocida de mi edad empujando un carrito o con un niño de la mano. Creo que le he dado unas 15.000 vueltas a mi vida de los últimos años y pensando en lo que volvería a hacer y lo que no. Que no es que me arrepienta de nada, pero hay algunas cosas que las habría hecho de otro modo. Hay días en los que ni siquiera saldría de la cama por la mañana. Hace ya tiempo que nada me motiva a seguir peleando para salir adelante. Pero hay que hacerlo, y sólo espero que esto no sea un estado permanente, tan solo una mala época.