lunes, 16 de agosto de 2021

Sin energía

No sé cómo empezar a escribir esto, ni si alguien estará dispuesto a leerlo tras tanto tiempo inactiva. Pero necesito desahogarme de algún modo, y solo se me ocurre este. No puedo más. Estoy agotada tanto física como mentalmente, y parece que nadie de mi entorno sea consciente de ellos. Da igual lo que diga o lo que haga, me siento sola e ignorada. Hay días que incluso siento que he perdido las ganas de vivir. Si no fuera por mi hija, no sé qué sería de mi. Y soy consciente de que en el fondo debería estar agradecida de la vida que llevo, sin lujos pero sin problemas graves. Pero no puedo. Los últimos meses se me están haciendo muy cuesta arriba, y no sé si seré capaz de seguir así por mucho tiempo. He pedido la cuenta de las veces que he colapsado, y las que me quedan. Y a la gente tanto le da. Tengo la sensación de que mientras sea "funcional", todo está bien. He intentado pedir ayuda, pero es como dar contra un muro una y otra vez. Que todo está en mi cabeza, que tengo que sobreponerme a la situación. Lo único que molesta de todo esto es que mi hija pueda darse cuenta de cómo está su madre. No quiero que le afecte a ella. Sólo quiero que esto pase pronto, y si no volver a ser yo, al menos no querer desaparecer continuamente.

miércoles, 2 de enero de 2019

Señales

Llevo días que parece que el mundo entero me manda señales. Exactamente no sabría decir en qué dirección, pero son sobre el mismo tema, un segundo hijo. Programas, capítulos concretos de una series, comentarios ajenos... Todo me plantea el dilema de si ir a por el segundo o no. Tengo un tiempo limitado para decidirme y ahora mismo estoy en modo “egoísta”, lo que quiero es viajar y con dos niños se complica todo bastante. Tampoco puedo cargar a mi madre con otro niño más. Estoy en un punto en mi vida en que tengo poco tiempo para decidirme, y nadie de mi entorno está a favor. No es que se nieguen, pero no van a animarme a que lo haga. Y eso me da miedo. Tengo miedo a que sea un bebé de alta demanda que no me deje dormir ni me permita volver a ser yo misma hasta dentro de 4 o 5 años. Tengo miedo a no ser capaz de llevarlo todo adelante si ya me cuesta con una sola. Porque no me veo capaz de cuidar de dos pequeños con todo lo que implica, atender la casa, el trabajo y todo lo que se tercie. No se si estoy hecha para ser madre por segunda vez. Supongo que si llegara por error haría lo imposible, pero buscarlo se me hace un mundo nada más de ponerme a pensar en lo que se me vendría encima. Y se que es el momento, que si dejo que pase mucho tiempo más me acomodaré y ya no querré volver a empezar, mucho menos Maromo, que ya de entrada no quería otro más. No sé qué decisión voy a tomar, pero tengo que decidirme como mucho en un año. Esa es la fecha de caducidad de esta decisión. Yo que siempre quise un par de enanos por lo menos, ahora me veo que en algunos momentos 1 ya me viene grande.

jueves, 29 de marzo de 2018

Ataques

¿Por qué nos atacamos unas a otras? ¿Por qué nos juzgamos a la minima de cambio? Deberiamos apoyarnos las unas en las otras, pero por desgracia no es asi. Hoy he tenido uno de esos ataques gratuitos por la forma en la que estoy criando a mi pequeñaja, y es uno de los que mas me ha dolido. Y viniendo de quien viene, peor. Mi madre se encarga de ella por las mañanas, y alguna tarde que otra la he llevado a la guarderia para que enpiece a socializar y porqué ocultarlo, necesito un poco de tiempo para mi. A penas ha sido hora y media, no mas tiempo. Suele llorar cuando ve que me voy, pero luego la recojo riendo y pegando saltos.
Pues hoy al recogerla le he dicho “vamos” y ella me ha contestado que no. Y mi madre, como quien no quiere la cosa, me suelta:
-¿Ves? No quiere ir contigo, que ya sabe donde va. Te está cogiendo manía, mira como quiere quedarse conmigo...
Me ha dolido que diga que la niña me está cogiendo manía, que eso pasa por abandonarla allí por las tardes. Claro, me hace sentir como una puta egoísta por querer tener algo de vida propia. Una mala madre que cada tarde abandona a su hija para irse a hacer lo que le da la gana sin importarle lo que haga su hija. Y lo peor es que no es la primera vez que pasa algo así. Ya han sido varios, aunque la mayoría de mi madre.
Pero haga lo que haga siempre hay gente que me mira raro. Si la llevo, porque la abandono allí. Si no, porque abuso de mi madre. Si la llevo es que tengo pasta para derrochar. Si no, la estoy malcriando sin socializar. Me siento juzgada haga lo que haga y diga lo que diga.
Yo tengo que poder con todo, la niña, la casa, el trabajo, la compra, el perro y todo lo que se tercie a lo largo del día. Y no tengo derecho a buscar un rato en el que hacer algo que me apetezca. Tengo que dedicar todo mi esfuerzo en mantener a la espalda toda esa responsabilidad. Pues aquí está mi golpe simbólico sobre la mesa. Soy madre, pero también mujer, y la misma que me ataca por dejar a mi hija en la guardería es la que me educó en que fuera un ser independiente en todos los sentidos. Yo no necesito sesiones de peluquería o tardes interminables de compras. Solo necesito sentir que sigo siendo yo. Que tras ese papel de madre que asumo con mucho gusto nada más despertar, hay una persona que no quiero que desaparezca del todo. Que llegará el día en que vuelva a tener más tiempo para mi, y no está tan lejos como parece. Pero quiero sentirme bien, quier pensar que mi vida no se ciñe a una casa que atender. Si dejáramos de atacarnos y juzgarnos, seríamos todas mucho más felices.

domingo, 18 de marzo de 2018

De momento no

Antes de ayer tuve la conversación que quería evitar a toda costa con Maromo al menos un tiempo más, el si habría otro hermanito para mi pequeña. Me daba miedo hablarlo y que me dijera un "NO" rotundo que me cerrara las puertas de una vez por todas. Y a decir verdad no fue como yo creía que sería, la conclusión es que no se cierra a otro más, si yo quiero, podemos intentarlo. Acabé llorando sin saber por qué exactamente. Imagino que ante la idea de más trabajo que echarme a la espalda me sentí abrumada. En ese momento además estaba agotada en todos los sentidos y pensaba que no podía más. Pero siempre se puede más. Por una pequeña o un pequeño siempre se puede más. Han habido varios cambios en nuestras vidas recientemente y me gusta la vida que tenemos ahora. No quiero cambiar nada de ella, y traer otra vida al mundo lo complicaría todo. Suena muy egoísta, lo sé. Pero también necesito conservar parte de lo que soy, y que ahora es cuando empiezo a recuperarla.

El caso es que hasta hace un mes escaso no había ningún cambio, yo seguí imaginando otra personita pegando vueltas por la casa y chillando. Tuvimos un "susto" y estuve unos días soñando despierta con un pequeñín que le hiciera compañía la mi pequeña. Andaba con una sonrisa de oreja a oreja y haciendo planes. Pero cuando más se acercaba el día "R" más de acojonaba. Veía la posibilidad demasiado cerca, ya no era jugar con un "Y si", era jugársela más. Y Hasta que no llegó el día que confirmó que seguíamos siendo 4 en casa no respiré tranquila. No es el momento. Sólo eso. Quizá las ganas me puedan cuando empiece el cole y esté algo más tranquila. Ya no queda tanto para tener que empezar con los trámites. Esto va mucho más rápido de lo que esperaba. El día menos pensado me tocará decidir de una vez por todas. Todavía tengo opciones, es lo que cuenta.

viernes, 9 de febrero de 2018

Giro inesperado

Maromo cada día me sorprende más. No, no me ha pedido que me case con él, y mira que a veces insinúa cosas, pero nada, ahí sigue en sus trece de no decir ni pío. Empiezo a pensar que sólo fue un comentario sin más. Pero lleva ya unos días que hace comentarios que me traen loca, y más desde ayer. Ha comentado ya a varias personas cómo quiere que se llame el siguiente. No dice como le hubiera gustado que se llamara, si no que afirma como se va a llamar. Y no una, varias veces. Si ese nombre (que por cierto me parece bonito) me da la oportunidad de elegir, pues que así sea. No paro de pensarlo. ¿ Y si tuviera otro? ¿Y si fuera un niño? ¿Sería capaz de llevar a los dos peques a la vez, el trabajo y no volverme loca? Que digo yo que muchísimas familias tienen dos o más, pero si ya a ratos me cuesta con una, no puedo imaginar con dos a la vez.
Si yo no pensaba en el tema, era algo que como todavía lo veía tan lejano no le daba importancia. Pero hacen que me empiece a obsesionar. Los comentarios y algunas otras cosillas hacen que no me lo pueda sacar de la cabeza. Y lo único que quiero en estos momentos es poder elegir. Si, elegir.  Me repito mucho, pero al no tener a nadie que me escuche, solo tengo este lugar para desahogarme.
Me da miedo hablarlo con Maromo, me hace sentir con opciones esos comentarios que hace. No quiero perder esa ilusión. Algún día tendré que estallar esa burbuja, pero de momento voy a disfrutarla un poco más.

lunes, 15 de enero de 2018

¿Otro?

Llevo ya mucho tiempo dándole vueltas a un tema: ¿querría ir a por un segundo peque? No me refiero a si es el momento, si mi Maromo estaría dispuesto o si la situación lo permitiría. Me refiero a si en un futuro estaría dispuesta a pasar por el embarazo y el parto otra vez. Hay días que pienso que bueno, que otro más hasta me haría ilusión, pero hay otros en los que pienso que no, que ya tengo suficiente y tener otro más sería demasiado para todos. No quiere decir que si viene otro por error no vaya a quererlo, pero buscado...
 Maromo no se que opina al respecto. Antes me decía que se haría la vasectomia, pero ya ha pasado más de año y medio y ahí sigue. Yo no quiero decirle nada del tema por si recuerda el por qué quería hacérsela y se la hace ya. No quiero perder esa “falsa ilusión” de que puedo elegir tidavia. Hay veces en que me gusta arriesgar y tomar pocas precauciones. Aunque con lo que me costó la primera vez, me extrañaría que ahora fuera tan sencillo.
Es una decisión complicada, y más teniendo en cuenta que voy camino de los 32. De momento no es el momento, creo que me voy a centrar en eso de momento. No me tiene obsesionada, pero de vez en cuando le doy vueltas al tema. ¿Maromo cambiaría de opinión? Quien sabe, lo mismo está tan a gusto y feliz conmigo que se replantea el aumentar la familia. Cuando la peque tenía algo más de edad será cuando hipotéticamente llegaría el momento. La vida puede dar muchas vueltas hasta entonces. De momento sigo a la espera de que me pida matrimonio. Porque si no iba en serio, que no diera esperanzas. Si es que la ilusión nunca se pierde.

domingo, 10 de diciembre de 2017

La vida ha seguido

Si, ha seguido este año y pico laaaaargo que he estado ausente. Trabajo nuevo, piso (con mudanza tripona incluida) nena monisma que me tiene enamorada (y cada día más) y mi Maromo, que a pesar de algún pequeño altibajo estoy más enamorada de él que nunca. Son ya tres años largos juntos y cada día me tiene más enamorada. Eso si, me tiene desconcertada. Él era de los que no quería ni oír hablar de boda, y desde hace unos días bromea más de la cuenta con el tema. Oye, que hasta he recuperado un poco la ilusión por casarme! En estos días no se la cantidad de veces que me he imaginado como seria. Algo sencillo e íntimo, sin muchos invitados.
Pero hay algo que me tiene más desconcertada. Me bromea con darle un hermanito a nuestra nena. Otro más! Yo que pensaba que en cuanto pudiera se haría la vasectomia, y mira, bromeando incluso. Que no es que quiera otro, al menos en estos momentos, pero el morbo de tontear sin precauciones y pensar que “puede que venga otro”, me divierte. Hay momentos en que no quiero otro, pero también hay en que pienso “si viene, bien. Y si no también.” No se si Maromo pensara igual, pero a mí me trae loca pensarlo.
A decir verdad no me imagino a la nena compartiéndome.